Son varios los aspectos a destacar en la presente edición; en primer lugar, que en el mes de diciembre pasado, en oportunidad de la presentación del segundo número de la Revista que se llevó a cabo en la Ciudad de San Juan, las Autoridades de las Facultades Coeditoras, suscribieron un Acta dónde consta entre otras cosas la conversión de la Revista Dos Puntas a semestral, hecho éste que nos obliga a duplicar los esfuerzos editoriales.
A su vez, la Revista ha sido declarada de interés educativo por el Ministerio de Educación de la Provincia de San Juan, y la Cámara de Diputados de San Juan la ha declarado de interés educativo, cultural y de integración con la hermana República de Chile. Ambos hechos nos enorgullecen y alientan a proseguir con la tarea emprendida.En esta oportunidad, con motivo del lanzamiento de la primera edición semestral, se ha dispuesto organizar un dossier con doce artículos referidos a estudios de Mujer y Género. Una buena parte de los mismos fueron presenta dos en las X Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres y V Congreso Iberoamericano de Estudios de Género, realizado en Luján Buenos Aires entre el 16 y el 18 de setiembre de 2010. Es por ese motivo este número está dedicado a dos figuras femeninas emblemáticas de Sudamérica, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni.
Resulta pertinente destacar que el contenido del conjunto de trabajos allí reunidos coincide con la esencia que anima desde sus inicios a esta publicación. “Dos puntas”, que no significa necesariamente confrontación sino que por el contrario, aspira contribuir a difundir hechos y reflexiones para alcanzar la anhelada equidad y complementariedad política, económica y social. De modo tal que al incluir estudios sobre la realidad vivenciada por mujeres de distintos lugares y tiempos, se espera contribuir a modificar un modelo cultural que signó por años la preeminencia masculina.
En un mundo globalizado del siglo XXI resulta paradigmática la revisión de la concepción de alteridad entre los géneros, y ese sentimiento es el que prevalece al ofrecer este espacio para rescatar estas investigaciones. Las historias aquí narradas visibilizan tanto mujeres que habían permanecido en el anonimato, como las que por sus acciones tuvieron y tienen protagonismo público. Es así que el lector podrá conocerlas en los distintos ámbitos donde se desempeñaron. En los conventos, como las protagonistas referidas en los aportes de Cecilia Lagunas al revelar la inclusión de monjas travestidas en conventos del medioevo europeo, o Ana Mónica González Farsani al desentrañar un episodio que pone al descubierto las intrigas políticas en la admisión de religiosas en la diócesis de Tucumán de comienzos del Siglo XIX.
En la misma línea temática, que hemos subtitulado Rebeldía y resistencia al modelo de sumisión, Jaqueline Vasallo presenta desde una perspectiva de género la aplicación de medidas de disciplinamiento aplicadas en Córdoba durante la gestión del Marqués de Sobre Monte, a fines de la época colonial. Por su parte, para ese mismo período, Ana Fanchin analiza a través de hechos de violencia familiar en San Juan la relación, no pocas veces contradictoria, entre las normas y las prácticas, avizorando en esos contextos una reacción femenina frente al modelo patriarcal.
Nora Siegrist recrea las vicisitudes de la india riojana Teodora Casiba ante los tribunales para lograr la nulidad de su matrimonio, y Gloria López refiere los justos reclamos por dotes en la Mendoza de fines del siglo XVIII. En sendos casos se confirman los intersticios judiciales donde las leyes dictadas por hombres eran difíciles de franquear por ellas.
A continuación, los restantes artículos se agruparon en torno a la línea que denominamos Dueñas de sus actos y protagonistas de su tiempo debido a que los casos tratados revelan mujeres participando activamente en espacios donde tradicionalmente han sido excluidas. Desfilan en estas páginas, recreada por Marta Palacio, la heroína del Bracho que actuó durante los convulsionados años de guerras civiles en la Confederación de las Provincias del Río de la Plata. También, Daniel Loarte Ruiz nos permite conocer a la guayaquileña Manuela Garaycoa de Calderón (1784 1867), quien debió afrontar las dificultades de los tiempos convulsionados de las guerras de independencia. De modo semejante, Doña María Gracia en otro punto geográfico, en el extremo meridional de América Latina, manifestó su arrojo en la defensa del bienestar de su familia, como nos devela Patricia Sánchez. Este trabajo, como el siguiente de María Rosa Carbonari, muestran a quienes no abrazaron la causa patria y no por ello deben ser silenciadas por la historia. Pues, lo im portante es que exteriorizaron y defendieron sus ideas.
Manuela Fernández Mayo aborda una faceta poco conocida, como es la actuación de las mujeres gaditanas en el comercio internacional.
Concluye el dossier con una semblanza de actualidad, sobre los prime ros cien días de gobierno de Dilma Rousseff en Brasil, escrito por Renata Bastos da Silva y Ricardo José de Azevedo Marinho.
En la sección artículos, es de subrayar como un hecho por demás importante que engalana la Tercera Edición, el presentado por Don Adolfo Zaldívar Larraín, Embajador de Chile en Argentina. En esta contribución ha realizado un abordaje de Don Pedro León Gallo no desde su participación en la epopeya revolucionaria, que es por lo que el común de la gente lo conoce, sino desde lo tangencial: su visión de estadista, que cobra vigencia en estos días como la estrategia más importante para hacer frente a la globalización promoviendo la regionalización.
En el acápite de notas, María del Carmen Reverendo comenta una carta de Don Gaspar de Zárate como un claro testimonio de integración entre chilenos y argentinos, mediante la provisión de recursos naturales y de mano de obra.
Una vez más, deseo expresar un sincero agradecimiento a los investigadores que han colaborado en esta ocasión, a los evaluadores externos que con gran generosidad revisaron el material, a las instituciones de gobierno y universitarias que hacen posible la marcha de este proyecto editorial.